"Tiempo entero" Paco León
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- Lunes, 13 Mayo 2019 10:52
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SIETE COINCIDENCIAS CON EL POETA : POESÍA Y DEDICATORIA A CARLOS SALVADOR Y BEATRIZ
SALVADOR PÉREZ
Paco León fue un gran amigo de Carlos Salvador. Hace poco tiempo, el día 4 de febrero de 2019, publicó un artículo en el periódico La Opinión de Tenerife, en la sección de los lunes titulada “La galaxia al mediodía”, en el que Francisco León habla de nuestro Carlos Salvador.
Ahora, Paco León ha presentado su libro de poesía “Tiempo entero” y ahí surgen las siete coincidencias que describo a continuación, no sin antes significar que ambos fueron compañeros en el Instituto “Lucas Martín Espino” de Icod de los Vinos y, más tarde, en la carrera de Filología Hispánica en la Universidad de La Laguna y, además, eran amigos inseparables. Los unía la literatura, la cultura, la música, la poesía, las ideas… la vida en general…
Cuando se publicaron los tres libros póstumos de Carlos Salvador, Carlos Robles, compañero y amigo de ambos, escribió en el primer libro “Dioses para cinco minutos” una exquisita y brillante biografía de Carlos Salvador en la que dice sobre Paco León:
Paco León procedía también de Icod de los Vinos donde había coincidido en el Instituto con Carlos Salvador, y de donde había llegado a la Universidad con una recién iniciada carrera poética e intelectual. Vinculado desde un comienzo a las actividades de la revista literaria Paradiso y a un grupo de jóvenes escritores e intelectuales, defensores de la forma estética y la Modernidad como ideología, y reunidos en torno a la figura de Sánchez Robayna y algunos otros profesores de la Facultad, Paco ofrece su doble vertiente que, poco a poco, lo une a Carlos Salvador: la de fino y agudo poeta y ensayista, brillante intelectual y pensador, con su lado más procaz, directo y desenfadado cmo persona, divertido e ingenioso, Paco es y será siempre para Carlos "el poeta", y como tal, todo se le tenía que perdonar o permitir. A pesar de ciertas diferencias de carácter, entre ambos también se establece una especial relación de complicidad y hermandad, llena de episodios de amor/odio, emocionante e intensa, en una palabra: verdadera, o mejor "radical".
Además, en la página 42 del prólogo del libro, Carlos Robles dice de Paco León: “Carlos Salvador gustaba de ejercer de histriónico anfitrión, objeto siempre de la atención y el cariño de todos (“Carlos era nuestro pegamento” como más tarde recordará Paco León tras su desaparición).
La primera coincidencia de las que citaba antes se refiere a que la presentación del libro de Francisco León se realizó unos días antes del Día del Libro en la sala MAC de la calle Castillo de Santa Cruz de Tenerife. Los libros siempre presentes en la familia de Carlos Salvador y su círculo de amigos. Libros y más libros, lectura y más lecturas. Y siguen…
El presentador del acto, Miguel Martinón, representa la segunda coincidencia, ya que ambos estudiamos Bachillerato en el Instituto Cabrera Pinto de La Laguna. De esa etapa, conservo un álbum de recuerdos maravillosos, tanto de la mayoría del profesorado como del excelente equipo de compañeros de un gran nivel de conocimientos y amistad. Aunque yo era mayor que Miguel, hicimos una buena relación de ambiente estudiantil y cultural. Además, en ese Instituto, el Cabrera Pinto, me jubilé después de una larga carrera profesional. Fue en el 2001 cuando la vida me dio el peor hachazo: la ida de Carlos Salvador y Beatriz, mis hijos siempre, en un accidente de tráfico. Lo peor de la vida…pero aquí estamos “a pesar de la vida en contra”.
Coincide también que Miguel Martinón le dio clases a Carlos Salvador en la Facultad de Filología Hispánica de la Universidad de La Laguna y un día le dijo: “Por tu ficha de alumno veo que naciste en La Guancha y por tu apellido: ¿conoces a Salvador Pérez que fue compañero mío de Bachillerato?”.” Yo no”, respondió rápido Carlos Salvador ante las risas contenidas de su amplio grupo de compañeros de clase.
El editor del libro de Paco León también editó los tres libros póstumos de Carlos Salvador. Paco Pomares “se enamoró” de los tres libros e hizo una edición cuidada, meticulosa, plena de belleza en Ediciones Idea.
“Tiempo entero” forma parte de la colección “Cámara Clara”. El segundo libro de esta colección pertenece a Alejandro Krawietz con el título “Para un dios diurno”. El autor fue compañero y amigo de Carlos Salvador en la Facultad de Filología Hispánica de la Universidad de La Laguna y lo suplió como director de la Biblioteca Municipal de Guía de Isora. Además, es un destacado gestor cultural como director del Festival Internacional de Cine Documental y Mercado Miradas Doc.
El día de la presentación del libro de Francisco León se dijo que Alejandro Krawietz no estaba presente por encontrarse en Lanzarote en los actos de los 100 años del nacimiento de César Manrique. Y mira por donde otra relación: tuve varios contactos con el lanzaroteño universal por medio de entrevistas en mi etapa de periodista del diario “El Día” que culminó con la visita al pueblo de nacimiento de mi hijo Carlos Salvador y mío: La Guancha, en el Norte de Tenerife, donde estuvo dos días de intensas actividades en el año 1986. Con ese motivo, el pasado 24 de abril me enviaron diversas fotos donde estábamos junto a César Manrique en unas jornadas con sabor inolvidable.
Compré el libro de Paco en la librería de referencia de Carlos Salvador, la Librería Lemus, y comencé a leerlo de manera reposada hasta llegar a la página 98 donde encontré esta referencia en su final: (Carlos) así, con paréntesis. Eran las 11,45 de una noche de abril de este 2019. Con la emoción contenida pregunté a Paco León: “¿El Carlos de la página 98 es Carlos?”. “Sí”, me responde de forma lacónica. Le respondo:” Gracias, lo leí anoche”. Me responde: “Ya…Yo prefiero no leerlo”.
Todo culminó en el acto de presentación del libro de “el poeta” que diría Carlos Salvador. Al final de una breve conversación, me escribió la siguiente dedicatoria: “El tiempo entero no es ni tiempo ni entero. Sin Carlos no hay tiempo ni hay entereza que valga. Viva Carlos y Bea ¡Siempre! Nos vemos allí todos, bebiendo hasta resucitar”.
Dicho queda. Final de un texto doloroso (y glorioso): padre, hijo, amigo, autor…
En un 6 de mayo de 2019